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Cuarta aproximación

El tantra ve las cosas en términos de energía
Si practicas el Dharma de un modo ordenado no abordarás el vajrayana antes de tener una profunda experiencia del budismo Mahayana. Maha significa grande (y el Mahayana es, por lo tanto, el “vehículo grande” para llegar a la iluminación). Sin embargo, a veces Maha también denota “relación con shúnyata”. Por ejemplo, Mahakaruna, la “gran compasión” del bodhisatva, es la compasión que surge de la experiencia de shúnyata. Así que si tú sigues el sendero de etapas regulares, como se le denomina, no te embarcarás en el tantra sino hasta después de que hayas atravesado las flamas del shúnyata en la práctica Mahayana.

Viendo al mundo a través de la experiencia de Shunyata
Si ya cruzaste a través de esas flamas y transmutaste tu conciencia dentro de ellas, ¿cómo ves al mundo? Si las personas y los objetos sustanciales, las entidades individuales y distintas ya se disolvieron durante ese proceso en constante cambio, ¿qué queda? Lo que se percibe son patrones de energía, algunos más densos y otros más fluidos. Así que la práctica del tantra tiene mucho que ver con la energía.

Los flujos de energía fluyen por canales sutiles
En particular, el tantra trabaja con niveles muy sutiles de energía que se encuentran dentro del cuerpo humano. En algunas prácticas tántricas avanzadas visualizas todo un sistema de energía sutil, compuesto por canales, vientos y gotas (en sánscrito, nadi, prana y bindu). Al dirigir el flujo de la energía sutil por medio de la Sadhana o visualización, las energías son conducidas al canal central (en sánscrito avadhuti; en tibetano tsa uma) que se localiza frente a la columna vertebral (si, bien, aquí estamos funcionando en el nivel de lo sutil, en el cuerpo visualizado, al relacionarlo con la columna vertebral podemos visualizarlo en su ubicación correcta, pero esto no implica que el canal central se encuentre físicamente en el mismo plano de realidad que la columna vertebral).

Una vez que las energías sutiles o vientos han entrado en alguno de los chakras (los centros de energía sutil del canal central) se obtiene un nivel de concentración particularmente profundo.

El tantra afirma que uno puede llegar rápidamente a la iluminación al meditar en shúnyata cuando se halla en este estado. Es el uso de la meditación en este sistema sutil de la energía (y que no se encuentra en otros yanas) lo que  puede hacer del Budismo vajrayana un “camino corto” a la iluminación.

En este estado de profunda concentración, al disolverse los vientos en el canal central se experimentan los fenómenos mentales que ocurren en el momento de la muerte. Si el yogui o yoguini tántricos ya han tenido la experiencia de estos fenómenos en su meditación, cuando en efecto mueran podrán pasar por ese trance con conciencia y control. De esa manera pueden trascender el interminable ciclo del nacimiento y la muerte o elegir un lugar y una forma para renacer, con más probabilidades de ser útiles a los demás seres.