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Ofrendas en recintos Tibetanos
Por el otro lado en ocasiones normales tan sólo se ofrecen siete tazones llenos de agua enfrente a la imagen del Buda o tanka (pintura en canvas de alguna deidad).


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El orden tradicional de las ocho ofrendas
En ocasiones especiales se presentan en el recinto las siete ofrendas tradicionales, colocándolas siguiendo este orden de izquierda a derecha:

primero dos tazones de agua, una para beber y otra para lavarse los pies; después un tazón de arroz con una flor encima -en general no hay muchas flores en el Tíbet por lo que los tibetanos usan una especie de flor hecha de un material que se extrae de un árbol particular a la que llaman "flor blanca"- así un tazón de arroz con tres varitas de incienso; una vela de aceite de mantequilla; un tazón de agua aromática al final, un pastel de sacrificio sobre un plato o algunas veces, en su lugar, un tazón con arroz y un pedazo de fruta encima.

Si se añade el octavo elemento, la música, entonces al final encontramos también sobre el recinto los platillos sonoros tradicionales.

Su significado: El Buda es el huésped de Honor
Por medio de poner simplemente tazones con agua o a traves de las siete ofrendas exteriores tradicionales del Mahayana, el significado es el mismo: se agasaja al Buda como huésped de honor invitándole a nuestro hogar, de la misma manera que lo hubiéramos invitado hace dos mil quinientos años si lo hubiéramos conocido.

Se evoca la presencia del buda
En Oriente, cuando la gente presenta las ofrendas -una velita, una flor o una varita de incienso, al estilo theravada o las siete ofrendas tradicionales del mahayana- evoca y siente la presencia del Buda, como si lo estuviera recibiendo.

Lo importante no son las ofrendas sino el principio: gratitud
Puede que no sea tan fácil para nosotros experimentar el ritual de este modo; si no podemos presentar las ofrendas al Buda en un ritual de modo natural no debemos forzamos. Lo importante es tratar de entender el principio implícito en ello: las ofrendas son expresiones de gratitud hacia el Buda por sus enseñanzas. Por lo tanto, debemos tratar de practicar a nuestro estilo, de acuerdo con nuestra propia personalidad y cultura particular.

Un punto importante
Cuando presentamos las siete ofrendas tradicionales al Buda, estamos tratándole como el invitado de honor; sin embargo, esta forma de verlo es limitada.

Invitado es Atithi
La palabra "invitado", en sánscrito, es atithi; tithi significa "una hora del día", en tanto que “a” es simplemente el prefijo no o negativo. Entonces atithi es “sin hora de llegada” o invitado el cual no tiene hora para venir, podría llegar a cualquier hora.

Es alguien que no necesita concertar una cita ni decir a qué hora llegará; incluso puede ser que el anfitrión ni siquiera sepa que va a recibir visitas. El Buda hace lo mismo: tan sólo se presenta. El mundo, por decirlo de esa forma, no le esperaba.

¿Cuál es la costumbre tradicional India para recibir una visita inesperada?
La costumbre es que paramos la actividad que nos ocupaba en ese momento, ese día ya no trabajamos, ¿cómo podríamos hacerlo, realmente? Sería ridículo. Quizás estábamos a punto de salir a trabajar o de dar clases a nuestros hijos. Pues no lo hacemos, les damos unas vacaciones. Dejamos nuestra actividad normal y nos dedicamos por completo a atender a nuestra visita. Ésa es la costumbre India. así tan seriamente asumen su papel de anfitriones.

La llegada de Buda representa recibir un elemento de lo Trascendental Quizás ahora podamos empezar a comprender lo que significaba recibir al Buda como huésped. Representaba el elemento trascendental, lo inesperado, lo Nuevo, incluso la irrupción en nuestra monótona vida de un elemento proveniente de otra Dimensión completamente sorpresivo. Las siete ofrendas exteriores del mahayana representan nuestra respuesta a la irrupción que viene de lo trascendental. Significa presentar lo mejor que tenemos, ofrecerlo todo; implica obsequiar alegremente lo mejor a partir de nuestra gratitud y de nuestro amor.

Ocho Diosas portadoras de ofrendas
El espíritu con el que damos está simbolizado por medio de las denominadas "ocho diosas portadoras de ofrendas"; hay una diosa para cada una de las ofrendas, que en este caso son ocho. Las diosas portadoras de ofrendas se visualizan con frecuencia en la práctica de meditación (así como en las pinturas tradicionales).

En el Theravada se presentan ofrendas al Buda y a las tres joyas. En el Mahayana a todos los Budas y Bodhisattvas,-a la Iluminación como principio en todas sus innumerables formas posibles-.

Sangharakshita
Del libro simbolisimo en el Tantra Ediciones CBCM

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