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Fundador de la escuela fa-hsiang
Junto con su discípulo K’uei-chi, Hsuan Tsang fundó la escuela china de budismo fa-hsiang, “características de la existencia”, la cual continuó desarrollando las enseñanzas del yogachara que se encuentra en los textos de Asanga y de Vasubandhu. El texto raíz de esta escuela es el Ch’eng wei-shih lun, “la prueba de nada más que la cognición”, de Hsuan Tsang, una compilación (con su comentario) de diez comentarios anteriores sobre los Treinta versos de Vasubandhu.

El enfoque que hace la escuela fa-hsiang enfatiza el hecho de que todas las cosas son solamente una ideación y que el “mundo externo” no posee una realidad independiente. Las cosas sólo existen en tanto que son objetos de la conciencia.

La verdad relativa y la absoluta
Enseguida tenemos una cita extraída de una de las primeras secciones del Ch’eng wei-shih lun, que quizá nos ayude a darnos una idea de lo intricado que es el argumento que le acompaña. Aquí, atman se define como el adoptar la forma de los seres sensibles, de las cosas vivas, de personas que han alcanzado un nivel espiritual muy elevado, etc. Por otra parte, dharmas aparece como cualidades, sustancias, acciones, skandhas, esferas de los sentidos, planos de existencia y otros conceptos similares.

Aunque el fenómeno del atman y de los dharmas reside en la percepción, debido a una particularización o un discernimiento mental erróneo los consideramos como objetos externos. Es por eso que todos los seres sensibles, desde antes del inicio de los tiempos, los han concebido como un atman verdadero y como verdaderos dharmas.

La analogía del sueño
Hay una analogía que lo ejemplifica como un hombre dentro de un sueño. Ese hombre, bajo la influencia del sueño, en el cual su mente produce lo que parecen ser objetos externos de todas clases, cree que esas imágenes son en verdad objetos externos.

Las dos verdades, la relativa y la absoluta

Lo que el ignorante supone que es un “verdadero” atman y “verdaderos” dharmas está vacío de toda existencia objetiva. No son más que construcciones ficticias que se basan en opiniones y concepciones erróneas. Es por eso que decimos que son “construcciones ficticias” (es decir, verdades relativas).

De tal modo, el aparente atman y los aparentes dharmas que se derivan del sentido interno, si bien existen como producto de diversas causas, en realidad no tienen la naturaleza de un verdadero atman ni de verdaderos dharmas, a pesar de su apariencia. Ésta es, pues, la razón por la que se les denomina “construcciones ficticias”.

En otras palabras, lo que tomamos como si fueran objetos externos es el resultado de nuestras opiniones erróneas y no “existe” de la misma forma en que existe la percepción (esto significa que los objetos externos son ilusorios, parikalpita).

Por otro lado, el conocimiento interno, que nace por la razón de las causas y las condiciones y que es el responsable de que aparezcan los objetos externos, en esencia no es inexistente en la misma forma que los objetos externos (esto es paratantra). Así, pues, excluimos las dos doctrinas heterodoxas, la que afirma la realidad adicional de los objetos, independientes de la mente y la que pone aparte a la percepción misma como inexistente (porque cree equivocadamente en la “vacuidad”), con lo cual reduce todo a un vacío o vacuidad.

Puesto que los objetos externos son meras construcciones ficticias que surgen de la percepción interna, sólo existen desde un punto de vista mundano. Por otra parte, en tanto que la percepción es la base por la que brotan las falsas apariencias de un mundo externo, ésa sí existe.

Objeción respondida
¿Cómo sabemos que en realidad no hay una esfera externa de objetos sino, tan sólo, una percepción interna que hace que surja lo que parecen ser verdaderas esferas externas de objetos?

Lo sabemos porque no se puede afirmar la existencia de un verdadero atman o de verdaderos dharmas sin que persista la duda.

Analicemos ahora, en una secuencia adecuada, las diferentes formas en que se concibe el atman y los dharmas. (El maestro del Tripitaka Hsuan Tsang, Ch’eng Wei-Shih Lun: Doctrine of Mere Consciousness, traducido por Wei Tat, Comité de Publicación Ch’eng Wei-Shih Lun, Hong Kong 1973, pp. 11 y 13)

El fin de una aventura
Esta filosofía sutil, abstrusa en su terminología y detallada en su análisis de la mente y de los sentidos, quizá fue demasiado ajena para la cultura china de su época y, al morir los dos maestros, la escuela fa-hsian declinó pronto. Cuando falleció Hsuan Tsang, en el 664, el emperador canceló sus audiencias durante tres días como muestra de veneración y respeto. Al igual que Tripitaka, el aventurero monje peregrino en la obra Un viaje al oeste, Hsuan Tsang continúa viviendo en la imaginación popular china como un arquetipo del heroísmo sabio.

Fuente: Teachers of Enlightenment, Kulananda, Windhorse Publications.

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