El Bardo de la Vida
La vida en sí, de acuerdo con esta enseñanza, es
un estado intermedio entre el nacimiento y la muerte. Es en el transcurso de esta vida
donde podemos decidir, escoger y determinar si continuamos
dando vueltas en la Rueda de la Vida o si avanzamos
por el espiral hacia arriba. Ser reactivos
o ser creativos. Por tanto, en todas las escuelas del Budismo se da mayor importancia
a la vida humana; la vida humana representa para el Budismo
una gran oportunidad una oportunidad maravillosa, porque es
en ésta donde tenemos la posibilidad
de alcanzar el estado de centralidad última, transcendental que llamamos
Budeidad. Entonces este bardo, esta etapa intermedia
de la vida, de la existencia
humana que es tan rara y tan valiosa, de acuerdo con el Budismo, no debe
desperdiciarse.
El Bardo del Sueño
El estado del sueño es intermedio entre el estado de vigilia y
el del sueño profundo. En el estado de sueño es posible entrar
en contacto con niveles más profundos de la realidad donde ésta
se representa en el sueño
a través de imágenes arquetípicas. Aquí, por supuesto,
no nos interesan los sueños ordinarios. Las imágenes que se presentan
en estos sueños arquetípicos que son los que nos interesan difieren
de los sueños ordinarios en que los sueños arquetípicos
se manifiestan en colores brillantes, de todo tipo de colores y matices parecidos
a las joyas o al arco iris, es por eso que son memorables. Para la gente
que los experimenta tienen estos sueños un significado inmenso. A
menudo cuando las personas han tenido uno de estos sueños arquetípicos o, por así decirlo, experiencias, cuando se despiertan sienten que ha
ocurrido algo profundo, algo importante; sienten que han
cambiado, por tanto, los sueños no se olvidan fácilmente. La
psicología de Jung
dice que los sueños de este tipo juegan un papel muy importante en lo
que se llama el proceso de Individualismo.
En el Budismo existen varios tipos de yogas, ejercicios
espirituales, métodos
de meditación que están diseñados para mantener la práctica
espiritual en los sueños Para algunas personas resulta más fácil
y rápido progresar en el estado del sueño que en el de la vigilia.
Por otro lado es también posible recibir enseñanzas en el estado
de sueño arquetípico las cuales uno nunca olvida, y también
recibir Iniciaciones de diversos tipos. De acuerdo con
la Tradición,
algunas personas incluso han logrado la Iluminación en el estado del
sueño. No debemos pensar que solamente se puede alcanzar la Iluminación
en el estado de vigilia; eso es sólo nuestro prejuicio que convierte
el estado de vigilia en la base universalmente válida. No sólo
se puede alcanzar la Iluminación a partir del estado de sueño
arquetípico. La mayoría de los yogas en el estado del sueño
involucran la prolongación de la atención dentro del sueño,
tú eres él que sueña. Uno tiene plena conciencia, por así decirlo,
de la realidad de estos sueños y experiencias, sin que uno pierda la
atención. Existen diversos métodos psicofísicos para inducir
la atención en el estado del sueño, de tal forma que uno puede
inclusive controlar sus sueños y tener el tipo de sueños que uno
quiere.
El Bardo de la Meditación o el Bardo Dhyana
A lo mejor te sorprende encontrar que la meditación se incluye aquí. ¿En
qué sentido es la meditación un estado intermedio? Es, por supuesto,
el estado intermedio entre dos estados de lo que podríamos llamar la
conciencia "normal". Pero para ser más exacto,
la meditación,
desde cierto punto de vista, es un estado intermedio entre dos pensamientos ¿Ahora
qué significa eso?
Estamos dominados por una sucesión constante, un flujo ininterrumpido,
un torrente de pensamientos. Normalmente no tenemos conciencia o no nos damos
cuenta de eso. Nos damos cuenta o empezamos a darnos cuenta
en el momento de la meditación. Todos aquellos que hayan practicado la meditación
saben que en cuanto te sientas, en cuanto
cierras tus ojos, te haces consciente
de este gran torrente de pensamientos que pasan precipitadamente y que tienes
que luchar contra eso. Los observas, estás consciente de ello, y poco
a poco encuentras que el torrente pasa más despacio; no parece moverse
tan rápido; no parece tan apresurado; todo va más lento. Encuentras
que llega una etapa donde uno puede ver que todo el proceso se vuelve más
espaciado. Empiezas a tener conciencia de cada pensamiento
independiente, no
solo miles de pensamientos a la vez, sino uno por uno. Y conforme todo va más
lento y conforme los pensamientos empiezan a llegar solos, finalmente, uno
empieza a experimentar los intervalos entre los pensamientos. Aquí está un
pensamiento, te das cuenta de que está llegando; te das cuenta de que
se queda; te das cuenta de que se va; entonces no hay ningún pensamiento;
hay un espacio, una brecha; ningún pensamiento. Entonces con
la práctica
desarrollas que los intervalos se hagan más largos. Por tanto un pensamiento
llega y se va, y transcurre el tiempo para que llegue otro pensamiento. Hay
un intervalo sin pensamientos. Por lo menos durante un rato, unos cuantos minutos
o puede ser cinco minutos o finalmente hasta media hora, experimentas un estado
de no-pensamiento. Entonces, podemos decir que no existe
una meditación
verdadera sin esta experiencia. Es solamente en este estado de no-pensamiento,
en este estado vacío, por así decirlo, entre pensamientos, que
uno puede entrar en contacto con la Realidad.
Ahora llegamos a los tres últimos bardos, el Bardo del Momento de la
Muerte, el Bardo de la Realidad y el Bardo del Renacimiento. Es acerca de estos
tres bardos que el Libro Tibetano de la Muerte se trata principalmente. Y en
un sentido todos forman parte de un solo bardo, en el sentido de que todos son
estados intermedios entre la muerte y el renacimiento o re-concepción.
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